Antes de adentrarte en el
texto debes saber que el uso del término “padre” no hará referencia únicamente
la figura paterna sino a las diversas variantes de la figura o encargados, es
decir, puede significar padre o madre biológicos, adoptivos o bien, cuidadores
primarios.
Es una técnica para facilitar
el apego, la comunicación y el proceso terapéutico entre padres e hijos. Esta
técnica se considera funcional ya que combina elementos de la teoría del apego,
la terapia de juego, la terapia familiar y los enfoques cognitivos terapéuticos
de solución de conflictos. Además, es útil para cualquier figura paterna e hijo
si tienen el objetivo de fortalecer la relación de apego.
Esta técnica fue originalmente
creada para ser utilizada con niños adoptivos que poseen conflictos, sin
embargo, hoy en día es aplicable en diversos casos para trabajar en el apego y
en la comunicación afectiva y asertiva en la díada padre-hijo. La relación
entre ambos se ve fortalecida al crear una situación en la cual la figura
paterna se vuelve más sensible hacia los sentimientos y necesidades del hijo y
ambos aprenden a participar de situaciones que son disfrutables de forma
recíproca: el juego. Implica tres componentes: uno de conversación, uno diádico
de juego y otro de juego libre, estos serán abordados individualmente más
adelante.
Teorías
En la teoría del apego,
Bowlby (1988) utilizó el término “base segura” para hacer referencia a un
vínculo saludable entre padre e hijo. A partir de esta relación existe la
experiencia de seguridad y bienestar del niño, esto le permite explorar el
mundo y establecer relaciones sociales. Además, el autor identificó dos
variables relacionadas significativamente con el apego:
1. La responsividad a las señales del hijo en cuanto a sus
sentimientos y necesidades.
2. Las interacciones sociales disfrutables de manera mutua.
Con el apego el niño adquiere
la capacidad de insight con respecto a los sentimientos de la figura paterna. Y
por otro lado, el padre toma más en cuenta el punto de vista del hijo. Ambos
son capaces de compartir objetivos y experimentar sensaciones de propósito
común, lo que fortalece al niño en cuanto a la seguridad de que es competente y
valioso.
En la teoría de la
comunicación afectiva, Tronick (1989) identificó que esta comunicación
es totalmente necesaria y determinante para que el niño desarrolle la capacidad
de interacción con otros, regule sus estados emocionales y se comunique de una
manera efectiva. Además, el autor ha identificado tres subhabilidades
necesarias para desarrollar la capacidad del niño de manejar de manera
apropiada los sentimientos y material afectivo, estas son:
1. Consciencia de la variedad de estados afectivos.
2. Capacidad de relacionar sentimientos con situaciones de la vida
propia.
3. Verbalizar los sentimientos de formas que resulten apropiadas.
Objetivos específicos del
juego
Hice un pequeño vídeo que incluye las metas que el juego pretende lograr, échale un vistazo:
Características del
terapeuta
Características del
paciente
· Hijo
Los niños menores de 6 años
pueden participar con dificultad ya que esta técnica requiere de un cierto
nivel de pensamiento asociativo y lógico. Por otro lado, para los niños de 6 a
12 años es más probable que la técnica tenga mayor utilidad si su
funcionamiento socio-emocional corresponde a una etapa anterior a la de sus
edades cronológicas. Asimismo, es útil para niños con hiperactividad, problemas
de control de impulsos o déficit de atención.
· Padres o cuidadores
Deben ser capaces de escuchar
y reflexionar, y es importante saber que si la figura paterna tiene
limitaciones cognoscitivas, de personalidad o emocionales que interfieren en su
disposición para participar, pueden realizarse sesiones individuales con el
padre respectivo antes de proceder a las sesiones en conjunto.
Logística
Revisa la presentación que se encuentra a continuación para que puedas conocer sobre los componentes con más detalle:
Etapas del tratamiento
El proceso observado con mayor
frecuencia en los niños socialmente aislados demuestra lo siguiente:
1. Al inicio los niños se pueden resistir tanto para hablar de
sentimientos como para el juego que implicaba a otra persona.
2. Después, cuando los niños ya han desarrollado una relación con
el padre, pueden escoger incluirlo en el juego libre que eligieron.
3. Por último, pueden comenzar a utilizar el componente de
conversación como un lugar seguro para expresar sentimientos y acontecimientos.
Por otro lado, con los niños
que no eran socialmente aislados la tendencia fue que eligieran actividades en
donde sí podían incluir tanto al padre como al terapeuta durante el juego
libre.
Es importante que el hijo
participe en el diálogo de sentimientos para llegar al juego libre, pero este
componente no debe abarcar toda la sesión. Por otro lado, existen tres
situaciones potenciales que pueden interferir con la inclusión del juego en la
sesión, estos son:
1. El hijo se resiste a participar el juego de conversación o
diádico.
2. El padre puede desear invertir una cantidad considerable de
energía y tiempo para concentrarse en los problemas con el hijo que han estado
ocurriendo.
3. El hijo comienza a utilizar el juego como un lugar para procesar
sentimientos y acontecimientos difíciles dentro de su vida, y este proceso
puede abarcar la mayor parte de la sesión.
REFERENCIAS
Ammen, S. (1983). Manual de terapia de juego. El juego de "Sentirse Bien-Sentirse Mal". México: Editorial Manual Moderno S.A.