miércoles, 17 de octubre de 2018

El juego de "Sentirse bien - Sentirse mal" de Sue Ammen

Antes de adentrarte en el texto debes saber que el uso del término “padre” no hará referencia únicamente la figura paterna sino a las diversas variantes de la figura o encargados, es decir, puede significar padre o madre biológicos, adoptivos o bien, cuidadores primarios.


Es una técnica para facilitar el apego, la comunicación y el proceso terapéutico entre padres e hijos. Esta técnica se considera funcional ya que combina elementos de la teoría del apego, la terapia de juego, la terapia familiar y los enfoques cognitivos terapéuticos de solución de conflictos. Además, es útil para cualquier figura paterna e hijo si tienen el objetivo de fortalecer la relación de apego.

Esta técnica fue originalmente creada para ser utilizada con niños adoptivos que poseen conflictos, sin embargo, hoy en día es aplicable en diversos casos para trabajar en el apego y en la comunicación afectiva y asertiva en la díada padre-hijo. La relación entre ambos se ve fortalecida al crear una situación en la cual la figura paterna se vuelve más sensible hacia los sentimientos y necesidades del hijo y ambos aprenden a participar de situaciones que son disfrutables de forma recíproca: el juego. Implica tres componentes: uno de conversación, uno diádico de juego y otro de juego libre, estos serán abordados individualmente más adelante.

Teorías

En la teoría del apego, Bowlby (1988) utilizó el término “base segura” para hacer referencia a un vínculo saludable entre padre e hijo. A partir de esta relación existe la experiencia de seguridad y bienestar del niño, esto le permite explorar el mundo y establecer relaciones sociales. Además, el autor identificó dos variables relacionadas significativamente con el apego:


1. La responsividad a las señales del hijo en cuanto a sus sentimientos y necesidades.
2. Las interacciones sociales disfrutables de manera mutua.

Con el apego el niño adquiere la capacidad de insight con respecto a los sentimientos de la figura paterna. Y por otro lado, el padre toma más en cuenta el punto de vista del hijo. Ambos son capaces de compartir objetivos y experimentar sensaciones de propósito común, lo que fortalece al niño en cuanto a la seguridad de que es competente y valioso.


En la teoría de la comunicación afectiva, Tronick (1989) identificó que esta comunicación es totalmente necesaria y determinante para que el niño desarrolle la capacidad de interacción con otros, regule sus estados emocionales y se comunique de una manera efectiva. Además, el autor ha identificado tres subhabilidades necesarias para desarrollar la capacidad del niño de manejar de manera apropiada los sentimientos y material afectivo, estas son:


1. Consciencia de la variedad de estados afectivos.
2. Capacidad de relacionar sentimientos con situaciones de la vida propia.
3. Verbalizar los sentimientos de formas que resulten apropiadas.


Objetivos específicos del juego

Hice un pequeño vídeo que incluye las metas que el juego pretende lograr, échale un vistazo:


Características del terapeuta


Características del paciente

· Hijo

Los niños menores de 6 años pueden participar con dificultad ya que esta técnica requiere de un cierto nivel de pensamiento asociativo y lógico. Por otro lado, para los niños de 6 a 12 años es más probable que la técnica tenga mayor utilidad si su funcionamiento socio-emocional corresponde a una etapa anterior a la de sus edades cronológicas. Asimismo, es útil para niños con hiperactividad, problemas de control de impulsos o déficit de atención.

· Padres o cuidadores

Deben ser capaces de escuchar y reflexionar, y es importante saber que si la figura paterna tiene limitaciones cognoscitivas, de personalidad o emocionales que interfieren en su disposición para participar, pueden realizarse sesiones individuales con el padre respectivo antes de proceder a las sesiones en conjunto.

Logística

Revisa la presentación que se encuentra a continuación para que puedas conocer sobre los componentes con más detalle:


Etapas del tratamiento

El proceso observado con mayor frecuencia en los niños socialmente aislados demuestra lo siguiente:

1. Al inicio los niños se pueden resistir tanto para hablar de sentimientos como para el juego que implicaba a otra persona.

2. Después, cuando los niños ya han desarrollado una relación con el padre, pueden escoger incluirlo en el juego libre que eligieron.

3. Por último, pueden comenzar a utilizar el componente de conversación como un lugar seguro para expresar sentimientos y acontecimientos.

Por otro lado, con los niños que no eran socialmente aislados la tendencia fue que eligieran actividades en donde sí podían incluir tanto al padre como al terapeuta durante el juego libre.

Es importante que el hijo participe en el diálogo de sentimientos para llegar al juego libre, pero este componente no debe abarcar toda la sesión. Por otro lado, existen tres situaciones potenciales que pueden interferir con la inclusión del juego en la sesión, estos son:

1. El hijo se resiste a participar el juego de conversación o diádico.

2. El padre puede desear invertir una cantidad considerable de energía y tiempo para concentrarse en los problemas con el hijo que han estado ocurriendo.

3. El hijo comienza a utilizar el juego como un lugar para procesar sentimientos y acontecimientos difíciles dentro de su vida, y este proceso puede abarcar la mayor parte de la sesión.


REFERENCIAS

Ammen, S. (1983). Manual de terapia de juego. El juego de "Sentirse Bien-Sentirse Mal". México: Editorial Manual Moderno S.A.