Existen diversas técnicas para ayudar
a los niños a expresar sentimientos mediante el uso del dibujo y la pintura. El
objetivo es ayudar al niño a darse cuenta de sí mismo y su existencia en
este mundo. El proceso de trabajo con el niño es suave y fluido y cada sesión
es una fusión de lo que sucede dentro del niño y del terapeuta. Además, Violet
Oaklander indica que las técnicas no tienen el propósito de ser guiadas en
forma mecánica, pues cada terapeuta encontrará su propio estilo entre dirigir
la sesión y seguir la línea del niño.
La acción de dibujar sin intervención
del terapeuta es una expresión potente del “yo” que ayuda a establecer la
propia identidad y provee una vía de expresión para los sentimientos. El dibujo
puede ser utilizado de incontables formas, para diversos propósitos y a
diferentes niveles.
Evolución del proceso terapéutico
El terapeuta debe estar atento a la
comunicación tanto verbal como no verbal del niño, esto se encuentra dentro de
los pasos que se describen a continuación, pero es importante tomarlo en cuenta
para el proceso psicoterapéutico en general. Los pasos descritos por la autora
son los siguientes:
Antes de adentrarse en los temas
difíciles e incómodos es importante trabajar primero con lo que es más fácil o
cómodo para el niño. Los niños se encuentran más dispuestos a hablar sobre las
cosas difíciles una vez que se encuentran cómodos porque ya tocaron lo que les
es más sencillo. Por otro lado, en ocasiones los niños se encuentran
reprimiendo mucha ira y necesitarán liberarla antes de comenzar a expresar los
sentimientos más adaptativos. Los niños no siempre harán explícitos estos
sentimientos, es el terapeuta quien debe prestar atención a sus expresiones
faciales, su postura o cualquier expresión de inquietud o disfunción. Violet
Oaklander expone que hacer terapia se describe como ese proceso de retroceder a
ubicar y restaurar la función desubicada.
El desarrollo normal y crecimiento del
niño es algo esencial en este modelo, ya que el infante está muy en contacto
con sus sentidos: se deleita con su nueva percepción de los olores, sonidos,
luz, colores, caras, sabores y tacto. A medida que sus sentidos y cuerpo van
alcanzando nuevas alturas de percepción, igual sucede con sus sentimientos. Y
cuando se va desarrollando su intelecto, empieza a expresar curiosidad,
pensamientos e ideas.
Características del terapeuta que
trabajará con el niño
Los niños se abrirán al terapeuta solo
en la medida en que se sientan seguros para hacerlo, para ello es necesario
tomar en cuenta lo siguiente:
Contraindicaciones
· Los
opuestos directos de los sí (no aventure juicios, etc.)
· Las generalizaciones,
pues no existe generalización que abarque y calce con todos los niños.
· Forzar al
niño o querer llevarlo a cierto ritmo, pues generalmente los niños le hacen
saber al terapeuta si algo no es bueno para ellos. El terapeuta debe adecuarse
a las necesidades del niño, respetar sus defensas y adentrarse suavemente.
· Las interpretaciones,
estas se deben evitar porque se quiere conocer lo que siente y piensa el niño.
· Hacer
algo con lo que se sientan incómodos/as o que les disguste hacer, es mejor
procurar no hacerlo ya que puede que el niño cree resistencias.
Otras técnicas para hacer surgir las emociones
· Pedir al
niño que visualice su mundo en colores, líneas, formas, símbolos. Que visualice
cómo le gustaría que fuese su mundo.
· El
terapeuta puede realizar algunos ejercicios de respiratorios y luego pedir al
niño que dibuje cómo se siente después.
· Pedir al
niño que dibuje qué hace cuando está enojado, cómo le gustaría ser, qué lo pone
furioso, un lugar que le dé miedo, la última vez que lloró, un lugar que le
haga feliz o cómo se siente en ese momento.
· Pedir al
niño que se dibuje a sí mismo, cómo es o cómo cree que es, cómo cree que será
cuando sea mayor o cómo era cuando era menor.
· Pedir al
niño que retroceda a un tiempo o una escena, que dibuje la vez que se sintió
más vivo, una ocasión que recuerde, lo primero que se le venga a la mente, una
escena familiar, su plato favorito o un sueño.
· Pedir al
niño que dibuje un lugar donde quisiera estar, un lugar ideal. O por el otro
lado, dibujar un lugar que le desagrade.
· Pedir al
niño que dibuje su familia, que dibuje una familia realizando algo o que dibuje
la parte de él que más le agrada o la que menos le agrada.
· Pedir al
niño que dibuje: líneas felices, tristes, enojadas, asustadas, etc.
· Pedir al
niño que dibuje alguna escena de algún cuento o una fantasía.
· Para el
arte preescolar se pueden utilizar pinturas con cuerdas, pintura de mariposas y
dactilopintura.
· Se puede
hacer el ejercicio que el terapeuta dibuje al niño y el niño comente dicho
dibujo.
· Pedir al
niño que dibuje cómo se sentía el día de ayer, cómo se siente hoy, ahora y cómo
cree que se sentirá mañana.
· Pedir al
niño que recuerde cuando era pequeño y que dibuje algo que le emocionaba mucho,
que lo hacía sentir bien, algo que lo ponía triste y que lo dibuje como si
tuviera esa edad.
Violet Oaklander utiliza diversas
inspiraciones, motivaciones o instrucciones para hacer surgir las emociones de
los niños mediante el dibujo y la fantasía. Algunas también se prestan para la
pintura, escritura, modelado en arcilla o movimiento corporal. Es necesario
presentar al niño diversos materiales para escoger: papeles de varios tamaños,
de varios colores, lapiceros, crayones de cera, crayones de madera, lápices,
pinturas, entre otros materiales de esta índole.
Para esto te muestro un ejemplo que
puedes realizar para llevar tus materiales y presentárselos al niño, este
consiste en un balde con sus respectivas fundas (interna y externa) decorada de
forma que sea atractiva para los niños, que contenga los diversos materiales
descritos anteriormente. ¿Por qué un balde? Porque de esta forma el niño puede
ver los materiales que posee y tenerlos a su alcance, solo debe ir rotando el
balde, es fácil de sacar y volver a guardar. Asimismo, dentro del balde pueden
ir otros materiales como las hojas, las témperas, etc. Te dejo unas fotos a
continuación:
Además, si eres psicoterapeuta y eres
nuevo/a en esto ¡no te preocupes!, no te debes saber todos los pasos, al principio
puede ser algo difícil, por eso puedes realizar un pequeño fichero o
cuadernillo donde tengas apuntado estos pasos, para que te sientas cómodo/a durante
el proceso y sea más eficiente, con el tiempo ya verás que no necesitarás del
fichero y todo fluirá. Sin embargo, recuerda que el cuadernillo es una pequeña
ayuda, no mantengas tu vista solo en él, sino en el niño y toda su conducta no
verbal también. Te dejo una muestra para que veas cómo realicé yo mi
cuadernillo:
¡Espero te sea útil! Y si deseas
conocer más sobre este modelo de Violet Oaklander, te comparto su libro para
que puedas seguir aprendiendo: VENTANAS A NUESTROS NIÑOS - VIOLET OAKLANDER
REFERENCIAS
Oaklander, V. (1988). Ventanas a
nuestros niños. Terapia gestáltica para niños y adolescentes. Santiago,
Chile: Editorial Cuatro Vientos.